Se entiende por regadíos históricos a aquellos sistemas de riego tradicionales, con un largo recorrido temporal, que conforman un rico patrimonio no solo agroganadero, sino también sociocultural, ambiental y paisajístico.
Desde un punto de vista práctico, son sistemas constituidos por una red de acequias que sirven de riego a una superficie regable, bien para la producción agrícola o la generación de pastos para el ganado.
Estos sistemas tienen en común su origen, basado en un derecho histórico al uso y gestión del agua, y un sistema de control comunal de la misma.
Acequias, regueras, pesqueras... Son muchos los nombres que reciben los regadíos históricos en La Vera, una comarca en la que estos sistemas tienen una tradición que se remonta a los tiempos de la edad media.
Los regadíos han sido fundamentales para el desarrollo de la economía de la comarca durante siglos. Una economía que hasta hace no mucho era eminentemente de subsistencia, basada en la ganadería de alta montaña, donde predomina la cabra autóctona verata, y la agricultura, donde destacan los cultivos de pimiento, castaños, cerezos y, más recientemente, tabaco.
Con la extensión de los regadíos industriales en la comarca y el proceso de modernización que experimentó el campo a partir de los años 60, los regadíos históricos fueron quedando relegados a un papel secundario, como recurso complementario para las economías domésticas.
Actualmente, debido a factores como el éxodo rural, el envejecimiento de la población y a la falta de relevo generacional, estas pequeñas huertas, frutales y prados para el ganado han ido desapareciendo y, con ellas, el inmenso patrimonio que representan los regadíos históricos, con sus acequias y elementos asociados.
Documento histórico de nuestros regadíos